Lorena & Carlos

Se conocieron un 28 de diciembre, día de los inocentes, Lorena había quedado con una amiga que no veía desde hace mucho tiempo y Carlos estaba con unos amigos…. casualidad que una amiga de Lorena estaba con Carlos y sus amigos, se vieron y fué un flechazo, los dos pensamos lo mismo… siguieron la noche y fueron a varios sitios diferentes, su primera palabra la cruzaron en el último sitio, todos bailando… fue una noche increíble, Carlos se lanzó y entre risas quiso darle un beso… Cada 28 de diciembre recuerdan ese día poniéndose la misma ropa con la que se conocieron y yendo al mismo lugar.

Fue durante un viaje en Menorca mientras navegaban por las preciosas calas de la isla en un barco menorquín rojo cuando Carlos le preparó a Lorena un globo rojo con una cajita de madera que dejó flotando en el mar, Lorena vio la caja y el globo, abrió la caja y ponía una nota “quieres casarte conmigo” a partir de ahí empezaron a planificar la boda de sus sueños… Tenían claro que sería una boda en otoño…

La celebración tuvo lugar en Hort de Nal, una finca que cuenta con preciosos jardines Mediterráneos e inmersa en el palmeral reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, justo en el centro de Elche. El cóctel  fue alrededor de la piscina mientras sonaba la banda de Randy Greer Swing Band, elegida por el novio y la entrada de los novios al cóctel fue con el clásico de Frank Sinatra “Fly me to the Moon” interpretada por la banda.

Desde que probaron el Catering Murri sabían que ellos serían los encargados de deleitar a todos los invitados de su boda con sus platos exquisitos.

Al terminar la cena la novia se cambio de vestido, un vestido lencero diseñado exclusivamente para hacer el baile, un baile que hicieron con una canción que sonó durante una cena de verano en la playa y para ellos siempre ha sido su canción “You’re mine” de Lola Marsh.

La decoración y organización de la boda fue a cargo de AriannePe desde que la conocieron confiaron en ella al 100% cumpliendo más allá de las expectativas de los novios, dando un toque de color con la iluminación, siendo protagonista el mármol dando continuidad a la invitación que los novios habían diseñado y fabricado artesanalmente y todo decorado con el estilo de los novios.

La novia llevaba un vestido de Victoria Imaz con espalda descubierta y un escote cerrado transmitiendo dulzura, un bordado de flores sobre bámbula de seda daban el toque al vestido, acompañado de un tocado de flores de Portocale. Los zapatos, de Gloria Velázquez, fueron un regalo de su prima y dieron el toque de color, siendo fiel a su estilo.

El novio llevaba un traje hecho a medida con la ayuda de uno de sus mejores amigos en Massimo Dutti, camisa hecha a medida de Ermenegildo Zegna, gemelos de Mont Blanc regalo de su Madrina y zapatos de Lottusse.