La Imagineria

Diana & Miguel

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Es sencillo hacer unos votos cuando lo que estas dispuesto a ofrecer, es lo mismo que lo que
quieres.

Y es que lo que quiero, es oler a cafe por las mañanas y observarte mientras lo espero, con ganas
de volver a la cama y acompañarte en esas historias tan asombrosas que te suceden en los
sueños, de levantarnos juntos tarde, muy tarde y desayunar cereales, frutos secos y pelos de
gatos.

Quiero que nuestros dias sean de abrazos de esos fuertes, de los que notas que eres importante,
de los que dejas la cabeza apoyada en el hombro y cierras los ojos, de los que sabes que estas
en casa y te llevan a ese lugar donde solo nosotros sabemos.

Quiero dias de mirarnos a los ojos y reconocer que son el único sitio donde encontrarnos, para
asi dejar que el enfado se evapore.

Quiero tumbarnos juntos en mitad de ningún sitio cogidos de la mano.

Quiero saber que hueles mi almohada cuando estoy fuera y me echas de menos, para acto
seguido llamarme.

Quiero llegar a viejo y no arrepentirme de nada y reconocer que aunque haya sido difícil ha valido
la pena.

Quiero que estemos juntos resolviendo las oportunidades que la vida nos presente, da igual la
dirección que nos haga tomar porque en realidad lo único importante es el camino, pero eso si
caminándolos juntos, que tu entenderás mis fallos y yo te prometo intentar cabalgar a ese dragón
que te posee antes de que me devore el a mi.

Diana,

Eres fuego, pasión, eres aire con toques de perfume, eres luz de luna y calor del sol, eres cristal
frágil, veneno en frasco pequeño, eres el color violeta, eres áspera y tierna, alegre y valiente,
fugitiva y celosa.

Eres el verdadero amor, imperfecto y único, porque tu y yo somos de ese tipo de amor que definía un poeta:

El amor es huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.