Auténtica
Ainara & Juanjo
La boda de Ainara y Juanjo fue una celebración llena de detalles personales, emoción y alegría. Él, profesor; ella, arquitecta técnica; viven en Dolores, el pueblo de Juanjo, aunque Ainara es originaria de San Miguel de Salinas. Eligieron la Boda Finca María Luisa, en Orihuela, para sellar su amor en una ceremonia civil al aire libre, rodeados de amigos, familiares y un entorno cuidadosamente decorado con flores silvestres, telas y materiales naturales.
Finca Maria Luisa
Desde los preparativos en casa, con momentos divertidos y entrañables junto a sus seres queridos, hasta la fiesta en los jardines con puestos de comida y música en directo, todo en esta boda respiraba autenticidad y cariño. Acompáñame a revivir esta preciosa jornada a través de mis imágenes y de los momentos que la hicieron inolvidable.
Preparativos en casa: juegos, risas y nervios compartidos
Ainara y Juanjo comenzaron su gran día en su casa de Dolores, donde también llegaron las amigas de la novia para acompañarla desde primera hora. Uno de los momentos más divertidos fue cuando cada una presentó su dibujo imaginando cómo sería el vestido de Ainara: una especie de “pasarela improvisada” llena de risas y ocurrencias. Mientras tanto, Juanjo también se preparaba en casa, compartiendo momentos íntimos con sus familiares antes de la ceremonia.
Detalles con alma: el ramo, los zapatos y ese toque especial
Cada elección de Ainara hablaba de ella. Su ramo compuesto por iris, calas blancas y amarantos, cogido con un lazo blanco y piezas de cristal simulando flores, creando una pieza única, delicada y con carácter.
Paco Gil
En sus pies, unas sandalias de Paco Gil con un tacón muy especial que completaban el look con elegancia y originalidad.
El vestido de Ainara: diseño de Lorena Formoso
Ainara confió en Lorena Formoso para la elección de su vestido.
Se enamoró de uno de sus diseños a través de Instagram, pero, como cada novia, quiso hacerlo suyo.
Capa efecto chal
Eligió un delicado tejido de red de algodón con pequeñas lentejuelas, que aportaban un sutil toque de luz. Bajo él, un vestido lencero, elegante y sencillo, ambos sin cola para poder disfrutar con libertad de la fiesta.
La cola la aportaba una capa con efecto chal, realizada en un tejido natural. Se sujetaba únicamente por las mangas, envolviendo los hombros con una caída ligera y etérea. Un gesto minimalista, sofisticado y profundamente artesanal.
Cada detalle hablaba de ella.
Un ‘first look’ emocionante
Antes de salir hacia la finca, los novios vivieron su “first look”, un encuentro a solas lleno de emoción, donde Juanjo se quedó impactado al ver a su futura esposa por primera vez vestida de novia.
Ceremonia en el jardín: naturaleza, arquitectura y emoción
La ceremonia civil tuvo lugar en el jardín de la Finca María Luisa, un entorno lleno de encanto donde se combinaban flores silvestres, ladrillos, telas y materiales naturales.
Los novios se dieron el “sí, quiero” rodeados de la gente que más quieren, en una atmósfera relajada y cuidada. Al salir, fueron recibidos con una lluvia de pétalos blancos.
Banquete tipo cóctel: libertad, sabor y celebración
La celebración continuó en los jardines con un formato tipo cóctel: puestos de comida donde cada invitado elegía lo que le apetecía, y mesas altas o alargadas donde podían sentarse libremente. Todo pensado para fomentar un ambiente relajado y dinámico.
La fiesta: música, flores y un final por todo lo alto
La fiesta fue a cargo de Evans MS, quienes animaron la noche con buena música y energía. La decoración floral, obra de Magnolia, aportó el toque de color y frescura tanto en la ceremonia como en la fiesta. El peinado de Ainara fue realizado por Sonia Cases y el maquillaje por Celeste, completando un look natural y elegante.
Un día que quedará en el recuerdo
La boda de Ainara y Juanjo fue mucho más que una celebración: fue una expresión auténtica de quiénes son, de su historia y del amor que los une. Desde los preparativos llenos de complicidad hasta la fiesta que no dejó de vibrar, cada instante estuvo lleno de vida y significado. Como fotógrafo, fue un privilegio poder acompañarlos y capturar cada mirada, cada abrazo y cada sonrisa.
Gracias, Ainara y Juanjo, por dejarme ser parte de vuestro día. Que estas imágenes os acompañen siempre como reflejo fiel de la felicidad que compartisteis con todos los que os quieren.