Perla de Alzira
Belén & David
Este sábado tuve la suerte de fotografiar una de las bodas más espectaculares que he vivido, en una finca privada familiar en Alzira. Un entorno único, lleno de historia y naturaleza, que fue el escenario perfecto para Belén y David. Una celebración elegante, distinguida, y llena de detalles inolvidables, desde el estilismo hasta los fuegos artificiales.
La historia de los novios
Belén y David se conocieron hace más de tres años gracias a un amigo en común. Desde entonces no se han separado: él, organizado y meticuloso; ella, caótica y despistada. Juntos forman un tándem perfecto, que se reflejó en cada detalle de su gran día.
La ceremonia en Alzira
El enlace religioso se celebró en el Santuario de Nuestra Señora María Virgen del Lluch, conocido como la “perla de Alzira”. Un lugar cargado de simbolismo, con su interior blanco y su famoso mirador.
Lander Urquijo
El novio optó por un chaqué clásico de Lander Urquijo, con levita negra, pantalón a rayas y chaleco beige. Quería acompañar a Belén, que iba a parecer una princesa, con la elegancia atemporal que ofrece un chaqué de toda la vida. Además, el chaleco beige armonizaba con su vestido y respetaba que la madre de la novia no fuera del mismo tono. Al tratarse de una boda por la iglesia en un entorno tan especial, apostaron por un estilismo sofisticado, y fue un acierto: el traje le quedaba como un guante.
Vestidos de la novia y zapatos Prada
El primer vestido de Rubén Hernandez, inspirado en el clásico diseño de Pertegaz, transmitía sofisticación y majestuosidad, con maxi cola y cuello chimenea muy elegante.
El segundo, también de Rubén Hernandez más atrevido y personal, se inspiró en la colección de Schiaparelli: corsé de lentejuelas, falda de plumas de pavo real y una última opción corta en tul para la fiesta.
Los zapatos fueron nada menos que de Prada, un detalle que completó su look impecable.
Estilo de la boda
Belén y David buscaron una boda elegante, con una decoración en blanco y verde, acompañada de manteles toile de jouy y arreglos florales desenfadados. Todo bañado en luz, para conseguir ese efecto mágico de “una noche llena de estrellas”. Creado por Carmen y Carlos de El jardín & Co. Wedding Planner.
Gastronomía y música
El catering corrió a cargo de Grupo Rex, sirviendo a 400 invitados con champagne Moët, ostras, bogavantes y solomillos.
La música en directo de Babalú Band, interpretando clásicos de Sinatra y Bublé, puso el broche de oro a una boda tan elegante como inolvidable.
El espectáculo y la fiesta
La pirotecnia fue protagonista con un espectáculo de Pirotecnia Aitana, encendiendo la noche con corazones, kamuras y palmeras doradas.
En la fiesta, Samu el primo del novio montó el escenario Explosion, con gas, confeti y temazos que hicieron vibrar a todos los invitados.
Un día único
Como fotógrafo, vivir y documentar esta boda fue un auténtico privilegio. Cada instante respiraba autenticidad, elegancia y emoción. Belén y David consiguieron que su día fuera único, y poder capturarlo con mi cámara en un lugar tan especial fue toda una experiencia.
